‘El gobierno de EEUU habla de carencias y necesidades no cubiertas, de respeto a la voluntad de los cubanos y de cambio’, escribió el titular de Relaciones Exteriores en su cuenta oficial en Twitter.
Es el mismo gobierno que obstaculiza ingresos a la población, financia operaciones de desestabilización y frena cambios que pueblo y Gobierno impulsan en Cuba, denunció en otro mensaje.
La víspera, autoridades de la nación antillana expusieron nuevas evidencias que vinculan a los organizadores de una marcha anticonstitucional promovida para el mes de noviembre con terroristas y tanques pensantes de la subversión política contra la isla.
El miembro del secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y responsable de su Departamento Ideológico, Rogelio Polanco, mostró la grabación de una conversación entre Yunior García, uno de los principales artífices de la manifestación, y Ramón Saúl Sánchez, quien fuera miembro de organizaciones terroristas como Omega-7, Alpha 66, Frente Nacional de Liberación de Cuba, entre otras.
El dirigente mencionó además los vínculos de García y el cubano Manuel Cuesta, promotor igualmente de la iniciativa, con el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal), cuya sede está en Argentina.
Esta organización recibió de la estadounidense Fundación Nacional para la Democracia (NED) un financiamiento de 107 mil dólares en 2017 y 100 mil dólares en 2021 destinados al proyecto Un Enfoque Regional para Promover Valores Democráticos en Cuba, subrayó Polanco.
‘No nos sorprende el apoyo a esta manifestación del núcleo mediático generador de odio, legisladores, medios de comunicación que alientan mensajes contra la Revolución, promueven asambleas de resistencia e intervenciones militares desde la Florida’, dijo Polanco.
El dirigente partidista señaló en ese sentido que la Fundación Nacional Cubana Americana, también asentada en Estados Unidos, orientó desde su página de Facebook cómo acudir y participar en la marcha.
Polanco ratificó que todo esto ocurre bajo la mirada cómplice del Gobierno estadounidense y rechazó nuevamente las recientes declaraciones de un alto funcionario de Washington, quien amenazó con nuevas sanciones a la isla si no se permitía la marcha ilícita.
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