Insistió en la necesidad de posiciones más firmes y estrictas para que las empresas de dicho sector puedan rendir cuentas por los mensajes que se publican en redes.
El dirigente arremetió contra los envíos de acoso y odio que usuarios publican de manera anónima sin que las redes sociales tomen cartas en el asunto.
Explicó que no es la libertad de expresión, es sólo cobardía al evaluar ese problema que ya muchas voces en el mundo demandan.
El gobierno australiano trabaja actualmente para legislar un código de privacidad para las redes y plataformas sociales.
También Canberra apunta a otras empresas que gestionan datos, incluidas medidas estrictas relacionadas con los requisitos de privacidad, así como al acceso de los menores.
Morrison reseñó que expondrá en el G20 este proyecto de ley y otras medidas anteriores implementadas en este país, como la creación de una comisión de seguridad virtual para regular las actividades en las redes sociales.
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