De ese total, autorizadas a partir del 20 de septiembre cuando entraron en vigor las normas jurídicas para su constitución, 307 son privadas y ocho estatales y hay, además, nueve cooperativas no agropecuarias.
Entre las mipymes recién creadas el 53 por ciento son reconvenciones de negocios ya existentes y el 47 por ciento restante se identifican como nuevos emprendimientos, como parte del proceso de perfeccionamiento de los actores económicos de la isla y del propósito de ordenar y liberar las fuerzas productivas.
Las actividades económicas a desarrollar por estas entidades abarcan diversos sectores de impacto en el desarrollo socioeconómico del país como la producción de alimentos; las actividades manufactureras, en las que destaca la fabricación de materiales de la construcción, de muebles, confecciones textiles, calzado y plásticos.
También se incluye la fabricación de artículos de limpieza y aseo, actividades de programación informática, recuperación de materiales y reciclaje y servicios técnicos, entre otras.
De acuerdo con el MEP, se estima que las mipymes y cooperativas no agropecuarias aprobadas generen cuatro mil 468 nuevos empleos en la economía.
Asimismo, de las mipymes diseminadas por todas las provincias del país, 22 forman parte de proyectos de desarrollo local, 15 realizaron previamente operaciones de exportación y cuatro están incubadas en el Parque Científico y Tecnológico de La Habana.
El pasado 14 de octubre, Dofleini Software, primera mediana empresa privada fue formalizada bajo escritura notarial, ocasión en la que el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, en su cuenta en twitter, deseó muchos éxitos a estas nuevas formas de gestión.
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