En su cuenta de la red social Twitter, la institución cubana destacó su ‘impronta imborrable en todas las artes’ y lo catalogó de ‘artista incansable y versátil’, hasta su fallecimiento el pasado enero.
Como realizador, legó a la cinematografía cubana un clásico del género musical, La bella del Alhambra (1989), que obtuvo el aplauso del público y entre otros galardones, recibió el Premio Goya a la mejor película extranjera de habla hispana.
Sobresale, además, la filmación Giselle (1963), a partir del ballet homónimo concebido en términos fílmicos y la cinta David (1967), singular aproximación a un héroe revolucionario.
A su amplio palmarés se añade la incursión en la crítica, el teatro, la radio, la televisión y la realización de videos y varios largometrajes sobre figuras de la historia cubana como Mella (1975) y Aquella larga noche (1979).
Entre sus numerosos premios mereció la Orden de las Artes y las Letras otorgada en Francia, la Distinción por la Cultura Nacional y el premio Coral de Honor durante la edición 38 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, en esta capital.
mem/chm