Al recibir el galardón en nombre de los colaboradores de la salud de la isla, en un acto realizado en la ciudad capital de la región Toscana, el diplomático expresó también su gratitud por la concesión del Premio Lirio de Oro a la Asociación para el Intercambio Cultural y Económico con Cuba (Aicec).
En su intervención, el diplomático llamó a la unidad de las fuerzas de izquierda y progresistas en el apoyo a Cuba, al recordar que la desunión solo beneficia a quienes defienden el bloqueo de Estados Unidos y el acoso a la isla.
Denunció los ataques desplegados contra su país en diversos frentes para tratar de borrar su ejemplo y destruir una sociedad basada en la solidaridad, objetivos perseguidos por las acciones provocadoras, dirigidas a quebrar su orden democrático y constitucional.
Por su parte, el presidente del concejo de la ciudad, Luca Milani, se refirió a la ayuda de médicos y enfermeros cubanos en las regiones de Lombardía y Piamonte en momentos de auge de la pandemia de Covid-19 y subrayó que la nación caribeña estuvo junto al pueblo italiano “cuando otros nos dieron la espalda”.
En un sentido similar se pronunció Manfredi Lo Saura, coordinador de la Actividad de Solidaridad y Cooperación Internacional de Arci-Florencia, quien destacó la idea de José Martí de “Patria es Humanidad”, fundamento de la ayuda brindada por Cuba a otros países.
Mientas tanto, el investigador del Instituto de Estudios Jurídicos Internacionales Fabio Marcelli llamó la atención sobre el “gran aporte” hecho por Cuba al Derecho Internacional, al establecer la relación entre soberanía nacional y popular.
La abogada del Centro de Investigación y Elaboración para la Democracia, Grupo de Intervención Jurídico Internacional, Michela Arricale, afirmó que el bloqueo es el mayor obstáculo para el desarrollo potencial de Cuba, al tiempo que la extraterritorialidad refuerza su carácter ilegal.
En opinión de Fabrizio Chiodo, joven investigador italiano colaborador de BioCubaFarma, la nación caribeña debe ser tomada como modelo porque con el desarrollo de sus vacunas contra la Covid-19 demuestra que la industria biotecnológica de propiedad pública es posible, entre otras cosas.
La nobleza del pueblo cubano, su vocación internacionalista, la calidad de su medicina y las propuestas para hacer más eficaz la solidaridad con la isla fueron aspectos abordados por otros oradores como el presidente de Aicec, Michele Curto, y el escritor y periodista cubano Enrique Ubieta.
En el encuentro también intervinieron la periodista italiana residente en Cuba Ida Garberi y el secretario del círculo de Florencia de la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba, Marco Francheti.
npg/fgg