Especialistas, legisladores y medios de prensa consideran muy poco probable un acuerdo en las discusiones de este martes, previas al regreso de la iniciativa mañana a la Asamblea Nacional y el jueves, al Senado.
La cámara baja, controlada por el partido gobernante La República en Marcha y sus aliados, ya dio luz verde al proyecto impulsado por el Ejecutivo, que defiende la opción de acudir al pase sanitario hasta el 31 de julio de 2022, pero el Senado, dominado por Los Republicanos, solo aceptó prolongarlo hasta febrero.
El viernes, la Asamblea tendrá la última palabra sobre la polémica ley, por lo que el oficialismo pudiera lograr la aprobación del texto, aún cuando en sus filas hay algunos detractores de la extensión hasta el verano del documento que recoge la prueba de una vacunación completa contra la Covid-19.
Hay consenso sobre la ampliación más allá del 15 de noviembre de la posibilidad de usar el pase sanitario, actualmente exigido para acceder a sitios con más de 50 personas, restaurantes, estadios, teatros, ferias y otros eventos.
El Gobierno esgrime la importancia de contar con una herramienta preventiva frente a la pandemia, al amparo del deterioro de la situación epidemiológica en los últimos días, con el aumento de los casos y las hospitalizaciones.
La oposición coincide en que la Covid-19 sigue representando una amenaza, pero acusa al Ejecutivo de coartar las libertades individuales y colectivas con su proyecto.
Un sector de la población rechaza el pase sanitario, con el argumento de que implica la obligatoriedad de vacunarse, movimiento que llevó a las calles a decenas de miles de personas los fines de semana, pero cedió mucho terreno en el transcurso de octubre.
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