En conferencia de prensa, Lagarde recordó que en la orientación futura del BCE sobre las tasas de interés quedaron articuladas tres condiciones antes de cambiar la política monetaria.
Pese al actual repunte de la inflación las perspectivas a mediano plazo continúan siendo moderadas y es muy poco probable que esas tres condiciones se cumplan el próximo año, señaló.
Lagarde insistió que un indebido endurecimiento de las condiciones de financiación no son deseables ante el menguado poder adquisitivo como consecuencia del aumento del gasto en energía y combustible.
Sobre la calibración de las compras de bonos en un mundo pospandémico, dijo, anunciaremos nuestras intenciones en diciembre próximo.
Sin embargo, alertó que tras el fin de la emergencia pandémica será importante mantener la política monetaria, incluida la calibración adecuada de las compras de activos que respalde la recuperación y el retorno sostenible de la inflación al objetivo del 2,0 por ciento.
Por ahora, el BCE utilizará la compra de bonos de emergencia para mantener bajos los costos de endeudamiento en la zona del euro, afirmó Lagarde.
La inflación en la zona euro continúa muy por encima del objetivo del 2,0 por ciento, en octubre se situó en el 4,1 por ciento, máximo en los últimos 13 años tras el 3,4 marcado en septiembre último.
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