Duterte señaló que no había ninguna razón por la que las vacunas diarias no pudieran incrementarse hasta al menos un millón desde un promedio de 500 mil, ya que el país tiene suficientes dosis disponibles.
Filipinas tiene una de las peores epidemias de coronavirus en Asia, y hasta ahora ha inmunizado completamente a un poco más de un tercio de sus 77 millones de habitantes.
No estoy satisfecho, expresó el mandatario en un discurso grabado que se transmitió este miércoles.
El jefe de Estado agregó que los funcionarios locales que no estén empleando las dosis en su poder de la manera más rápida serían sancionados, aunque no detalló las penas. La nación asiática busca reabrir la economía y suavizó gradualmente las restricciones, pero todo está supeditado a un porcentaje mayor de inmunización.
Duterte pidió también a la policía y al ejército que usaran aviones y helicópteros para entregar las vacunas más rápido a las provincias.
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