La conductora del programa y jefa del Comité Ruso por el fin del bloqueo a Cuba, Lena Loshkina, destacó que después de un año de inmensos esfuerzos en la lucha contra la crisis económica y la pandemia, la nación antillana está preparada para levantar las restricciones.
“Cuba está lista para abrir sus puertas al mundo”, expresó, a la vez que llamó la atención por la casi terminación de su campaña de vacunación contra el coronavirus SARS-CoV-2, la apertura de las instalaciones turísticas, los servicios sociales y de las escuelas.
“Por supuesto, las fuerzas reaccionarias externas e internas están preparándose para impedir la normalización de la vida en Cuba”, advirtió.
En tal sentido, Alexander Jarlamenko, especialista del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias de Rusia, alertó que la marcha supuestamente pacífica planeada para el 15 de noviembre tiene el objetivo de mostrar “a un supuesto régimen dictatorial que persigue una manifestación democrática”.
Sin embargo, dijo, los organizadores de la protesta son los mismos que provocaron la violencia callejera del 11 de julio pasado, financiados por las mismas organizaciones que tratan de destruir la Revolución cubana y el socialismo en Cuba.
El académico ruso manifestó que ningún país del mundo permitiría que le preparan un reto de tal tipo, organizado con apoyo desde el exterior y de su principal enemigo: las propias autoridades de Estados Unidos y los cabecillas de la extrema derecha.
“Esto es un intento de golpe de estado violento bajo el disfraz de una marcha pacífica”, apuntó Jarlamenko, a la vez que llamó a no menospreciar el peligro de este plan.
En su opinión, la acción es parte de la ofensiva imperial en la región latinoamericana y en todo el mundo para desestabilizar gobiernos que defienden su camino autóctono de desarrollo.
La defensa del socialismo y la resistencia de la Revolución obligaron a Estados Unidos a utilizar todos los métodos posibles para derrocar a su Gobierno, comentó.
“Mucho está en juego, tenemos que hacer todo lo posible para ayudar a Cuba a defender su proyecto de desarrollo y su independencia”, enfatizó el experto ruso.
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