El dominio oficialista en la cámara baja sugiere que la mayoría de los diputados en el Palacio Borbón apoyará extender hasta el 31 de julio de 2022 el documento que contiene la prueba de vacunación completa contra la enfermedad, en medio de críticas opositoras que acusan al ejecutivo de banalizarlo y de coartar las libertades individuales y colectivas.
La víspera, en el Senado controlado por Los Republicanos, la derecha y la izquierda reiteraron el 28 de febrero como fecha, revirtiendo la decisión ratificada el miércoles por la Asamblea.
Sin embargo, en Francia es la Asamblea Nacional la que tiene la última palabra, por lo que la nueva ley para enfrentar la crisis causada por la pandemia tendrá casi seguro la opción del uso del pase sanitario hasta el verano del año que viene.
De acuerdo con el gobierno, el país no debería deshacerse de un arma tan valiosa ante la pandemia, que cobra nuevamente fuerza en Europa, hasta convertirla otra vez en el epicentro mundial del ataque del coronavirus SARS-CoV-2.
Por su parte, la oposición coincide en la importancia del documento, pero descarta entregarle un cheque en blanco al ejecutivo, en un pulso que tiene tintes electorales, cuando faltan cuatro meses para los comicios presidenciales.
El pase sanitario es exigido en la actualidad en Francia para acceder a lugares con más de 50 personas, restaurantes, hospitales –salvo los servicios de urgencia-, algunos centros comerciales e instalaciones culturales, entre otras.
La extensión del uso de esta herramienta generó protestas de un sector de la población, traducidas en decenas de miles de personas que fin de semana tras fin de semana salieron a las calles, movimiento que perdió mucha fuerza en la segunda mitad de octubre.
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