De acuerdo con el jefe de la diplomacia de esta nación norteña, Jonathan Moore y Margaret Uyehara supervisarán la respuesta del Departamento de Estado a las dolencias que presuntamente también sufren miembros de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el ejército.
Blinken afirmó este viernes que no se detendrán hasta encontrar las causas de esos sucesos, que han sido registrados según Washington en lugares tan diferentes como La Habana, India, Rusia, Vietnam y hasta en Washington, D.C.
El nombramiento se produce luego de que la embajadora Pamela Spratlen dejara el cargo en septiembre debido a las críticas por no mostrar suficiente confianza en la veracidad de la dolencia, recuerda el diario The New York Times.
El propio rotativo neoyorquino afirmó recientemente que la histeria colectiva pudiera ser una de las causas de las enfermedades no probadas que padecen diplomáticos de Estados Unidos.
En la actualidad más de 200 diplomáticos y personal estadounidense en el exterior informan ser víctimas, sin embargo, la causa sigue rodeada de misterio, especulaciones y dudas, algo que puede parecer como “sacado de una película de James Bond”, sugirió el Times.
Esa narrativa sirvió al expresidente Donald Trump (2017-2021) para justificar el cierre de la embajada de Washington en La Habana y arreciar las políticas de bloqueo a la isla, las cuales se mantienen pese a las evidencias de que esas afecciones solo están en la mente de los afectados.
Inicialmente fueron considerados «ataques sónicos», pero expertos estadounidenses e internacionales argumentan que las leyes de la física que rigen el sonido, los ultrasonidos, los infrasonidos o las ondas de radiofrecuencia (incluidas las microondas) no permiten los malestares descritos.
A inicios de octubre, el presidente Joe Biden promulgó una ley de apoyo financiero a los afectados como respuesta a las lamentaciones de las presuntas víctimas, aquejadas por un mal con probabilidades de ser fruto de la imaginación.
Aunque la ley promulgada lleva el nombre de Havana, el propio mandatario señaló que en todo el mundo, funcionarios del servicio civil, oficiales de inteligencia, diplomáticos y personal militar se han visto afectados por incidentes de salud anómalos.
Sin embargo, donde único la Casa Blanca suspendió los servicios consulares por los «ataques» no demostrados hasta el momento fue en Cuba, una medida que se mantiene en la actualidad.
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