El canciller ruso, Serguéi Lavrov, calificó de inaceptable la decisión de Estados Unidos de rechazar los resultados en los comicios generales, celebrados este domingo, y manifestó su condena enérgica a esa política asumida por Washington.
De acuerdo con Lavrov, el país norteño desató una campaña encaminada al desconocimiento de las elecciones, a la cual se sumaron, los gobiernos de Costa Rica, en la figura de su mandatario Carlos Alvarado, bajo el argumento de una supuesta falta de condiciones y garantías democráticas.
El ministro de Asuntos Exteriores recordó que los preparativos y el ejercicio del sufragio transcurrieron en el contexto de una significativa presión internacional y sin precedentes contra las autoridades nicaragüenses.
Sumado a ello, reiteró la confirmación de los observadores de su país respecto al cumplimiento de las elecciones, organización, transparencia y apego a la legislación asumida durante el proceso y denunció la intromisión en los asuntos internos por algunos territorios, con el propósito de derrocar al gobierno sandinista.
El canciller venezolano, Félix Plasencia, rechazó la injerencia de Estados Unidos en los comicios nicaragüenses y aludió al comunicado emitido por Washington, en el cual define como fracasadas las votaciones, y las amenazas del presidente Joe Biden, quien empleará «todas las herramientas diplomáticas y económicas» contra el sandinismo.
El titular suramericano consideró como franquicia, la estrategia asumida por la administración norteamericana contra procesos y proyectos no favorables a su visión hegemónica y significó la resistencia y la garantía de la paz de los ciudadanos que votaron este domingo por sus líderes de los próximos cinco años.
Por su parte, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, también felicitó desde su cuenta oficial en Twitter a su homólogo Ortega por su cuarta victoria consecutiva y a la vicemandataria Rosario Murillo y valoró las elecciones como una muestra de soberanía y civismo frente a lo que calificó de cruel campaña mediática.
Otros gobiernos como el de España estimó las justas generales en la nación centroamericana de «una burla por carecer de las mínimas garantías democráticas exigibles», mientras que la Unión Europea evaluó como ilegítimos los resultados, según un comunicado difundido en la página web del Servicios Europeo de Acción Exterior.
En contraste, Bolivia saludó «la vocación democrática de los nicaragüenses» y el respeto al voto popular, como ejercicio pleno de soberanía ciudadana y confirmó los vínculos entre el gobierno encabezado por Luis Arce y el ejecutivo del Frente Sandinista de Liberación Nacional dirigido por Daniel Ortega.
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