Olivera citó los hechos del pasado 11 de julio en la Isla como una acción preparada previamente, un ensayo para reclamar desde el exterior “una intervención humanitaria”.
En declaraciones a Prensa Latina, relató que en el Parlamento su bancada contestó a varios legisladores de otras filas políticas contrarias que “si realmente estaban tan preocupados por la situación humanitaria, que se levantara ya el bloqueo”.
Refirió que desde Estados Unidos se prepararon condiciones de mayor hostilidad, y fue así, dijo, que “países latinoamericanos recibimos ciertas visitas con gran despliegue público” para alentar a poner fin los convenios con Cuba en relación a brigadas médicas.
A ello añadió entre otros ejemplos las opiniones agresivas expresadas por el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, contra el gobierno cubano, durante la última Cumbre de la Comunidad de Estados latinoamericanos y caribeños (Celac)criticadas por injerencistas.
“De hecho asistimos a un bombardeo permanente estas semanas respecto a Cuba, además de campañas anticomunistas, no sólo en Uruguay, sino también recrudecido en la región”, y sin embargo ninguno de los cómplices “habla de los más de 130 líderes políticos asesinados en Colombia este año, por ejemplo”, recalcó.
La legisladora frenteamplista sustentó sus apreciaciones en una “tradición” de intervencionismo de Estados Unidos en el mundo y América Latina por los más diversos medios, invasiones, golpes militares, y ahora “golpes blandos”.
Recordó en contrapartida que en Uruguay el movimiento de solidaridad con Cuba nace con el triunfo de la Revolución Cubana, y a su vez Cuba fue muy solidaria con el pueblo y por lo tanto este reconocimiento es más amplio que la izquierda uruguaya.
“Luego de la instalación del hospital oftalmológico “José Martí” y la presencia de la brigada cubana en las operaciones de ojos, sin duda que el cariño y el reconocimiento de la población creció”, sostuvo.
A continuación manifestó que en todo caso, “la actual solidaridad y la de todas las épocas reclamaron el cese del bloqueo a Cuba y fue fundamental la explicitación de las consecuencias que tiene para el pueblo cubano”, para concluir reiterando su convicción de que «el pueblo de Cuba y su gobierno, a los que envío mi abrazo solidario,defenderán la soberanía nacional».
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