Juan Bolívar, responsable del archivo del mayor coliseo fuera de La Habana, explicó a Prensa Latina que esas muestras gráficas de promoción alentaron la asistencia del público para disfrutar del Ballet Nacional de Cuba (BNC) en unas siete oportunidades y con puestas muy renombradas.
Apuntó que en varias de esas propuestas de la prestigiosa compañía bailó la prima ballerina assoluta y directora del BNC, Alicia Alonso, al igual que lo hizo Carlos Acosta con Acosta Danza en los primeros años de su novel agrupación.
Otros artistas de talla mundial como la colombiana Totó La Momposina, los dominicanos Johnny Ventura, Víctor Víctor y Andy Montañés, los integrantes de la compañía del español Antonio Gades y de orquestas estadounidenses de jazz integran esa nómina prominente, indicó Bolivar.
Igualmente encomió los conciertos ofrecidos por Silvio Rodríguez y espectáculos de la compañía de teatro infantil La Colmenita, que colmaron la espaciosa sala principal del teatro.
Un significativo momento fue el Tren de la Paz, que durante la edición 33 del Festival Internacional de Coros, juntó a niños y adultos de Cuba, Sudáfrica, México y Estados Unidos, bajo la conducción de la Maestra sudafricana Sharon Katz, con cantos en español, inglés y lenguas nativas.
A raíz de la vuelta paulatina a la nueva normalidad, en correspondencia con la disminución de los casos de Covid-19, el Heredia abrió sus puertas para acoger su programación cultural como uno de los epicentros de ese quehacer en la urbe.
La buena noticia de la declaración como Ciudad creativa en la música por la organización de Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura implica una etapa superior en la trayectoria del teatro que lleva por nombre el del primer poeta cubano.
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