La subsecretaria de Estado Adjunta de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, Emily Mendrala, amenazó al gobierno cubano con más sanciones si no permiten las actividades marcadas por la oposición en la isla para los próximos días, a pesar de haber sido declaradas inconstitucionales.
En declaraciones a la prensa este viernes, Mendrala llamó al gobierno de la mayor de las Antillas a evitar hechos violentos y afirmó que Washington promoverá la rendición de cuentas de quienes en su opinión violen los derechos humanos.
La funcionaria asegura que la administración del presidente Joe Biden apoya al pueblo cubano, pero no hizo referencia en su conferencia al bloqueo económico, que reforzado con otras 243 medidas aplicadas por el ejecutivo norteño anterior, permanece vigente y asfixia a los habitantes de la nación caribeña.
Carlos Fernández de Cossio, jefe de la dirección de Estados Unidos de la cancillería cubana, respondió a las declaraciones de Mendrala y afirmó en Twitter que «el Departamento de Estado sigue mostrando su autoría en la provocación montada contra Cuba».
La Subsecretaria Asistente dice que están “monitoreando activamente la situación” en nuestro país, como si este fuera el Estado de Florida, al que sí tienen derecho a controlar…si pueden, manifestó el diplomático de la isla.
Esta semana, en comparecencia ante representantes del cuerpo diplomático acreditado en La Habana, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, denunció el carácter ilegal de una marcha convocada para el próximo lunes por quienes calificó de agentes internos reclutados, financiados y organizados por el Gobierno de Estados Unidos.
Rodríguez, rechazó la injerencia del Gobierno estadounidense en los asuntos internos de su país, así como su respaldo a los intentos de desestabilización social en momentos en que el país celebra la apertura al turismo, el reinicio de las clases presenciales, la vacunación contra la Covid-19 y la disminución de los casos de esa enfermedad.
Subrayó que se han producido 29 declaraciones de funcionarios y políticos estadounidenses desde el 22 de septiembre, dirigidas a alentar, orientar e instigar acciones desestabilizadoras, algo que Cuba no permitirá.
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