Pruebas de esos retos trascendieron la víspera en la isla caribeña en la comparecencia televisiva del presidente de la nación, Miguel Díaz-Canel, a solo días de la apertura al turismo y la reanudación del curso escolar de manera presencial para 718 mil 400 estudiantes. El mandatario hizo alusión a los planes de operadores políticos de la nación norteña de realizar ese día provocaciones que nublen la celebración nacional, pero aseguró que los cubanos no permitirán chantajes ni injerencias externas, pues Cuba es una isla de paz y solidaridad.
Prefirió el jefe de Estado referirse a los desafíos internos y los logros en medio de la pandemia de la Covid-19, entre ellos la instalación de la planta biotecnológica CIGB-Mariel con capital 100 por ciento cubano, así como las medidas para favorecer la producción y comercialización de alimentos y el perfeccionamiento empresarial.
La aplicación de la ciencia y la innovación en los programas de desarrollo del país, con el apoyo de expertos, académicos y científicos, así como el fortalecimiento de las normativas jurídicas fueron otros de los resultados aludidos.
Cuba merece celebrar por victorias en el enfrentamiento a la Covid-19 y al bloqueo impuesto por Estados Unidos, dijo el presidente en referencia al recrudecimiento del cerco económico, comercial y financiero en el periodo de emergencia mundial por la pandemia.
Una noticia para los visitantes que arribarán a Cuba a partir del 15 de noviembre resulta que podrán vacunarse aquí y están creadas las condiciones para el completamiento del esquema de inmunización, incluso para aquellos que decidan recibir la primera inyección y llevar las restantes con las indicaciones para su uso, se conoció en comparecencia de Díaz-Canel.
Son esas solo algunas de las razones porque las que Cuba defiende su proyecto socialista genuino en constante perfeccionamiento, como acotó el presidente, y por las que también “su ejemplo incomoda a quienes la adversan”.
En ese sentido, esta semana el canciller cubano, Bruno Rodríguez, denunció en presentación ante el cuerpo diplomático acreditado en la isla caribeña los intentos persistentes de Washington de subvertir el orden constitucional mediante la organización y financiamiento de agentes externos.
El ministro de Relaciones Exteriores condenó la presión de Estados Unidos a la prensa extranjera y los propios funcionarios de sedes diplomáticas en la nación antillana para que se sumen a las acciones de desestabilización.
También denunció a las redes sociales Twitter y Facebook por sumarse a la manipulación mediática, en aras de promover una supuesta visión de enfrentamiento al Gobierno de la isla caribeña.
«Se ha presentado evidencia pública irrefutable sobre las acciones de reclutamiento, entrenamiento, financiamiento, organización y apoyo logístico de agentes internos en Cuba, quienes para la ley de Estados Unidos calificarían como agentes extranjeros y los amenazarían con penas extremas de privación de libertad», afirmó.
La semana estuvo marcada también por la visita del presidente de la nación a barrios vulnerables de la capital y de las provincias orientales Guantánamo y Granma, para constatar la transformación económica y social que reciben, y cómo participan los organismos y ministerios junto a los vecinos en estas acciones.
De igual forma inició el pasado 10 de noviembre el proceso de rendición de cuentas de los delegados de las Asambleas Municipales del Poder Popular a sus electores, base del sistema político y democrático en Cuba.
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