La presentación realizada la víspera aunó a los instrumentistas de la Orquesta del Lyceum Mozartiano dirigida por el Maestro José Antonio Méndez, el pianista Marcos Madrigal y la flautista Niurka González.
Según el propio Vitier, la pieza resultó un encargo de la Sociedad General de Autores y Editores de España (SGAE), a la cual agradeció, y confirmó cómo se trata de «un paseo por la sonoridad de La Habana en sus primeros cinco siglos».
«Desde el primer día decidí que la obra sería un tributo a La Habana, pero también un homenaje a su heroico defensor, recreador y refundador, nuestro inolvidable Eusebio Leal Spengler, a quien prometí en vida dedicarle la partitura, cuando no sabía que no iba a estar entre nosotros esta tarde, en este teatro que él rescató», añadió.
Habana Concerto fue escrita para formato sinfónico (ampliado) y tres instrumentistas solistas (flauta, violín y piano), en tanto consta de tres partes, cada una con tres movimientos: Pórtico, Mediopunto y Vitral, y un epílogo.
Destacó el diseño escenográfico inspirado en las obras pictóricas de Silvia Rodríguez, coordinadora general del concierto, que aludió a estilos y formas propias del imaginario sonoro de la ciudad, donde se mezclan lo barroco y lo contemporáneo.
El compositor cubano selló la velada con la interpretación de obras emblemáticas en su repertorio como Epílogo y Contradanza Festiva.
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