Al recordar pasados actos agresivos organizados por Washington y “sus títeres de Miami”, que fueron oportunamente contrarrestados en su momento, Sekhokoane, quien cursó estudios universitarios en Cuba, enfatizó para Prensa Latina que “nuestra Revolución Cubana siempre será defendida a toda costa”.
Los contrarrevolucionarios de Miami y sus amos, alertó, siempre encontrarán una manera de intentar convencer a la gente con su propaganda negativa.
No es algo nuevo, recordó, ya lo intentaron con proyectos como las fracasadas radio y TV Martí, entre otros.
Ahora, sostuvo, tenemos las redes sociales, que han hecho que sea tan difícil bloquear la propaganda negativa. En ese contexto, acotó, los enemigos usan la religión o las diferencias económicas dentro de una población para crear e impulsar malentendidos.
En estos momentos, agregó, se aprovechan además de los desafíos socioeconómicos que todos los países enfrentan, sumado al impacto de la Covid-19 con el aumento de los precios de muchas materias primas, entre otros factores.
Ante esa embestida, afirmó Sekhokoane, como partidos revolucionarios líderes, sea el Congreso Nacional Africano (ANC) en nuestro caso, en Sudáfrica, o el Partido Comunista de Cuba, todos necesitamos estar cerca de nuestros pueblos.
El núcleo de contrarrevolucionarios, estimó, debe ser separado de las masas, y recibir el tratamiento que se corresponda, mientras, simultáneamente, se atienden las aspiraciones del pueblo.
En sus declaraciones el veterano luchador se refirió asimismo a los efectos del bloqueo económico comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, cuyos efectos, sostuvo, son inmensos y devastadores.
La idea detrás de este “bloqueo inhumano, injusto y diabólico”, explicó, es presionar brutalmente y sin piedad al gobierno cubano y su pueblo para que cedan el poder ante los contrarrevolucionarios de Miami.
Siempre ha sido difícil para el gobierno cubano gobernar el país con el bloqueo sobre sus hombros, meditó, pero ello aún más complicado lo es en medio de la devastadora pandemia de la Covid-19, que ha afectado al mundo entero.
Sin embargo, resaltó Sekhokoane, Cuba ha desarrollado con éxito sus propias vacunas para inmunizar a su pueblo contra la pandemia, y además ha ayudado a numerosos países a hacer frente a los efectos de la Covid-19 enviando profesionales de la salud, como la Brigada Henry Reeve.
Cuba también ha educado y capacitado a muchos profesionales de todos los continentes, especialmente de naciones con economías medias a pobres, añadió.
En cuanto a las relaciones bilaterales Sudáfrica-Cuba, éstas, que se remontan a la lucha contra el régimen racista del apartheid en Angola y la asistencia cubana “a nosotros en tiempos de Movimiento de Liberación”, sostuvo, quedaron cimentadas con las visitas a ambas naciones de los lideres Nelson Mandela y Fidel Castro.
Esta profunda relación fraternal y de hermandad hizo que se iniciara el programa Nelson Mandela-Fidel Castro ya con la participación formal de ambos gobiernos, mientras que, en realidad, reveló, algunos ya habíamos sido enviados a Cuba a estudiar por el Sindicato Nacional de Mineros NUM o el ANC en el exilio.
Ahora, prosiguió Sekhokoane, ya colaboramos en muchos ámbitos de nuestra vida, ya sea el sector de la salud, la educación, la hidrología, el ejército, la ingeniería civil y la arquitectura, así como en cualquier ámbito que pueda necesitar asistencia aquí y allá.
Mirando al futuro, creo que la relación fraterna entre ambos países continuará durante muchos años, pero, alertó, ésta debe manejarse adecuadamente y no podemos ser complacientes al asumir que los jóvenes la continuarán sin que medie una adecuada educación política, y sin aprender de nuestras ricas historias, concluyó.
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