Eduardo Martínez, presidente de BioCubaFarma, explicó en el espacio radiotelevisado Mesa Redonda que la innovación pasa por llevar las ideas científicas a la práctica, por ejemplo, estas pueden ayudar a modificar un producto o mejorar sus propiedades.
La innovación también abarca el sistema de trabajo y organizacional, de cara hacer crecer a una empresa y hacerla más competitiva, puntualizó.
En su opinión, la base de la misma es la investigación de proyectos, de hecho, BioCubaFarma cuenta con 406, algunos dirigidos a la elaboración de productos y otros a las tecnologías.
Los planes deben ser dinámicos y balanceados, un científico puede tener interés en un tema dado, pero también debe pensar en investigar lo que resulta muy necesario para el país, puntualizó Martínez.
El presidente de BioCubaFarma precisó que el 63 por ciento de la innovación está dirigida hacia problemas de salud como los oncológicos, enfermedades del cerebro y autoinmunidad.
Martínez consideró vital mantener la senda de la innovación para lograr la soberanía tecnológica.
Asimismo, alertó, que es importante la protección de los avances científicos de la nación caribeña a través de las patentes para evitar que las transnacionales con gran capacidad productiva se apoderen de los resultados obtenidos.
El directivo anunció que actualmente en el país caribeño exiten 14 proyectos de alta prioridad.
Por su parte, el asesor de BioCubaFarma Agustín Lage expresó que las fronteras de la ciencia y los conocimientos siempre están en movimiento, y Cuba siempre marcha entre las primeras naciones en ese aspecto.
Es necesario –además de la integración- lograr un ciclo cerrado que va desde la investigación hasta la comercialización, dijo Lage, quien recordó el papel del líder de la Revolución, Fidel Castro, en el desarrollo científico-técnico de la mayor de las Antillas.
Consideró de gran importancia crear capacidades productivas y contar con un personal que más allá de su valía profesional, destaque por su nivel de compromiso y consagración.
En el programa se expuso como ejemplo de la innovación de Cuba en el campo científico de la vacuna CIMAvax-EGF, de la cual se evalúa su capacidad de prevenir el cáncer de pulmón y que ahora se adelantan ensayos clínicos en Cuba y Estados Unidos, algo que representa una esperanza para la humanidad.
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