El país euroasiático donó a Cuba tres millones de dólares a través del Programa Mundial de Alimentos (PMA), para la compra de más de 600 toneladas de aceite de girasol, las cuales se distribuirán gratuitamente en la isla como parte del Sistema de Atención a las Familias.
En el acto de entrega, efectuado en la Empresa Territorial Mayorista, ubicada en el municipio habanero del Cotorro, la parte cubana recibió 516 toneladas de aceite de girasol, mientras que otras 157 toneladas del mismo producto, procedentes de Rusia, ya están almacenadas en la oriental provincia de Santiago de Cuba, confirmó Guskov.
Además del jefe de la misión diplomática de Rusia en Cuba, estaban presentes en el acto de entrega la viceministra primera del Ministerio de Comercio Exterior, Ana Teresita González; la viceministra de Comercio Interior, Grisel Ávila, y el representante en Cuba del PMA, Paolo Mattei.
En su discurso, el diplomático ruso enfatizó que este donativo se distribuirá gratuitamente a través del Sistema de Atención a las Familias de Cuba, y favorecerá el mejoramiento de la seguridad alimentaria y nutricional de las personas más vulnerables a los efectos del Covid-19 en todo el país.
“Este apoyo al pueblo amigo cubano tiene mucha importancia, tanto en las condiciones de la pandemia del Covid-19, como en la situación agravada por el recrudecimiento sin precedentes del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EEUU contra la isla”, enfatizó.
Destacó además el incremento de la asistencia de Rusia con La Habana, en el marco de los organismos internacionales, y dirigida a lograr un desarrollo sostenible en Cuba, y puntualizó que desde 2018 y hasta la fecha, el monto total de donaciones de Moscú al PMA en Cuba asciende a 11 millones de dólares.
Mencionó además los proyectos que se ejecutan bajo la dirección del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) por un monto de cinco millones de dólares, financiados por el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Rusia-PNUD.
Estos programas están dirigidos a fortalecer las capacidades de adaptación a la sequía en la provincia de Santiago de Cuba, generar oportunidades empleo a los jóvenes, apoyar la ganadería en Guantánamo, e incrementar la resiliencia ante riesgos de desastres en La Habana, dijo el embajador.
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