Tras anunciar la victoria, Pérez y Delgado (este último junto a su hijo) subieron al escenario del MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, en Estados Unidos, y acariciaron el gramófono dorado, aun sin poder creer siquiera el triunfo.
¡Mentira!, exclamó el Chévere de la Salsa, quien dedicó el galardón a su madre fallecida, a todas las personas que murieron en estos dos años de pandemia, a Cuba, y a todos los cubanos “donde quiera que se encuentren”.
“Gracias al equipo de trabajo, a la Orquesta Aragón (la inspiración), al cha cha chá que ha recorrido el mundo entero y al maestro Alain Pérez”, expresó emocionado el cantante que, 30 años después de su primer álbum sigue Dando la hora (1991).
Estoy en el jardín de la música, tengo por dentro un carnaval de emociones, manifestó Alain Pérez, quien ya había presagiado este trabajo como referente en la historia sonora de la Mayor de las Antillas por su enfoque novedoso de la mano de diferentes generaciones de músicos.
Que viva la música, el amor y el público que es la respuesta de todo lo que soy y siento. Viva Cuba, viva el cha cha chá, resaltó entre otros comentarios cargados de emoción.
El disco dominó la categoría donde figuraban también las producciones Gente con alma, de José Aguirre Cali Big Band; Chabuco en La Habana, de Chabuco; Solos, de Jon Secada y Gonzalo Rubalcaba; y Alma cubana, de Leoni Torres.
Con el sello de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales de Cuba y El Cerrito Records Studio de California, Estados Unidos, la grabación premiada constituye un homenaje al ritmo que internacionalizó a la música cubana a mediados del siglo XX y tiene en la Aragón a su principal exponente.
El material de ocho canciones contó, además, con la colaboración del reconocido flautista cubano Orlando Valle «Maraca» y, al decir de sus creadores, fue resultado de un largo y riguroso proceso de grabación durante agosto y noviembre de 2020 cuando se experimentaba uno de los rebrotes de la Covid-19 en la isla.
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