“Vamos a continuar nuestra batalla, no abandonaremos a nuestros pescadores”, afirmó el mandatario durante su visita a la norteña localidad de Aulnoye-Aymeries, situada en la región de Paso de Calais.
Macron es blanco de críticas desde algunos sectores, que lo acusan de ceder en el pulso con Londres en torno al polémico tema, surgido tras la denuncia de Francia de que su vecino negó la mitad de las licencias solicitadas por pescadores franceses para continuar su faena en aguas británicas, después de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) el 31 de enero de 2020.
De acuerdo con el jefe de Estado, tiene la determinación de acompañar a los hombres del mar galos, y aseveró que abordará el diferendo desde la presidencia rotatoria de la UE, que su país ejercerá a partir del 1 de enero.
A propósito del bloque comunitario de 27 naciones, reiteró que debe jugar su papel en defensa de uno de sus miembros.
A finales de octubre Francia anunció un paquete de sanciones económicas contra el Reino Unido, bajo el argumento de la negativa de las licencias de pesca.
Sin embargo, Macron congeló la aplicación de las represalias, entre ellas la prohibición a buques británicos de descargar mercancía en algunos puertos franceses, tras conversar con el primer ministro Boris Johnson en Roma, en el contexto de la cumbre del G20 celebrada en la capital italiana.
Las partes emprendieron negociaciones, y el mandatario consideró el 1 de noviembre que no debían entrar en vigor las sanciones en medio del diálogo, pero casi tres semanas después no hay claridad acerca de los resultados de las pláticas.
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