Alonso, hija y heredera del legado de la pareja más emblemática de la danza cubana, Alicia y Fernando Alonso, mereció el galardón que otorga el Consejo Nacional de Artes Escénicas por su trayectoria como profesora en el Instituto Superior de Arte y presidenta de la Asociación de la Danza para las Américas.
En la velada, la artista dio muestras de su personalidad escénica, dominio y capacidad técnica —probadas a lo largo de 25 años en el rol de solista principal del Ballet Nacional de Cuba— al intervenir en la función liderada por bailarines del centro ProDanza, que Alonso fundó y dirige.
Alumnos de tercer año de nivel medio de la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso interpretaron el Grand Pas de Electrique, del ballet Barba Azul, en versión de Vasily Medvedev.
La gala–concierto incluyó piezas emblemáticas del conjunto como A clase y Bandoneón, con músicas de los afamados compositores Ernesto Lecuona, de Cuba, y Astor Piazzolla, de Argentina, respectivamente.
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