Para el funcionamiento eficiente de esa actividad en medio de las restricciones y etapas de cuarentena, a las que no estuvieron exentos los trabajadores del sector, se readecuaron horarios y se cumplieron todas las responsabilidades y obligaciones de la banca cubana, afirmó la presidenta del Banco Popular de Ahorro, Tania Feitó.
Al intervenir en el espacio radiotelevisivo Mesa Redonda, la especialista explicó que en casi dos años de afectaciones por la Covid-19 se mantuvieron los servicios fundamentales como el pago del salario de todos los trabajadores y los jubilados, además de las operaciones de depósitos y extracciones.
Para los bancos del país fue un gran reto no paralizar ni cerrar ninguna agencia, para lo cual se implementaron nuevas estrategias, dada las afectaciones de la pandemia y el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos, lo que conllevó a modificar procedimientos, horarios y procederes sin interrupciones.
El presidente del Banco Metropolitano, Orlando López, precisó sobre la trascendencia adquirida por las facilidades electrónicas y todas sus posibilidades para el acceso a esa opción de la población, del sistema empresarial y las formas de gestión no estatales para sus operaciones financieras.
Destacó que se diversificaron los canales de prestaciones, por ejemplo en 2021 se emitieron más de 2,2 millones de tarjetas magnéticas con un promedio de más de seis mil procedas y entregadas en un día.
López apuntó que en lo que va de año ya se contabilizan 160 millones de operaciones por los canales electrónicos, muy superior a los 49 millones registradas el año pasado, a lo que se suma un incremento de tarjetas activas en el entorno de los 11,2 millones en diferentes variantes: formación de fondos, cobro de salario, ahorro, entre otras.
Ademá, agregó, el 70 por ciento de las operaciones que se realizan hoy en el sistema bancario son electrónicas sin que medie el dinero en efectivo, y en relación con el monto dispensado el 55 por ciento es sin la presencia monetaria, con lo cual no hubiera sido posible atender la demanda creciente de actividades financieras, acotó.
La intención es que esa curva de efectivo decrezca más en la misma medida que se solucionen las dificultades con los cajeros automáticos, 890 instalados en todo el país, pero con una elevada cifra fuera de servicios, obsoletos o rotos, sin que a la vista el país tenga posibilidades de montar nuevos equipos, significó el directivo del Banco Popular de Ahorro.
Ante esta situación está la alternativa de la llamada caja extra, mediante la cual en 83 establecimientos comerciales que disponen de efectivo se incorpore el pago electrónico y la posibilidad de que la población extraiga efectivo.
msm/crc