«Queremos justicia, no estadísticas», fue el reclamo que unió a colectivos de mujeres guatemaltecas, quienes salieron el pasado jueves a las calles para decir Basta y llamar la atención de la ciudadanía ante la magnitud aquí de este flagelo.
La ocasión sirvió para poner en evidencia cifras escalofriantes como 57 mil 899 víctimas tan solo en lo que va de año y 613 evaluaciones clínicas por delitos sexuales como promedio mensual, según el Ministerio Público y el Instituto Nacional de Ciencias Forenses, respectivamente.
Otra alarma sonó fuerte, solo de enero a octubre se registraron 60 mil 464 nacimientos en madres de 10 a 19 años, un dato que rebasa el total del pasado año y apunta al abuso, advirtió el Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva.
También el Procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas, alertó sobre el crecimiento en un 30 por ciento de los femicidios y desapariciones forzadas, una problemática que demuestra la incapacidad del Estado para cumplir su obligación de garantizar vida, integridad y salud.
Y si bien la violencia contra mujeres y niñas se considera en este país un problema endémico con alcance tanto a zonas urbanas como rurales, la Covid-19 vino a disparar todas las estadísticas.
Un análisis rápido de Género de ONU Mujeres en 2020 reveló un 19 por ciento de incremento de la violencia económica, un 13 por ciento de la psicológica y 12 por ciento de las agresiones físicas, de ahí la importancia de involucrar a toda la sociedad para prevenir y atender lo que se considera una pandemia, advirtieron.
Otro estudio, entre las mujeres maya Ch’orti’, demostró un axioma a nivel de país y es que los agresores son fundamentalmente hombres del círculo familiar más próximo.
El tema está presente cada cuatro años en el discurso político electoral, pero de ahí no pasa y una muestra es que en dos años la novena legislatura del Congreso no aprobó una sola ley específica a favor de la mujer, en tanto se acumulan más de 100 iniciativas, una deuda política histórica.
Otros expertos coincidieron en que el clamor solo se escucha en días conmemorativos como el 25 de noviembre o el 8 de marzo, pero el problema, afirman, es la continuidad.
La campaña de sensibilización de este año inició el martes 23, cuando el sistema de Naciones Unidas lanzó oficialmente los 16 días de activismo contra la violencia con el lema mundial Únete y llamó a pintar de naranja los espacios físicos y virtuales, estos últimos con las etiquetas #ÚNETE, #FinALaViolenciaYa y #25N con el reclamo YA es Ya.
Como preámbulo a la fecha, la Coordinadora 25 de Noviembre realizó una vigilia en la denominada Plaza de las Niñas (un pequeño altar dentro de la Plaza Central en el Centro Histórico) y en otros departamentos se replicaron acciones similares.
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