Esas instalaciones tienen capacidad para procesar conjuntamente 436 mil toneladas por año, informó a Prensa Latina el jefe del Departamento Independiente de Industrias del Minag, Alexander González.
También indicó que las minindustrias están en todas las provincias y en diversas regiones del país, y en ellas laboran más de cinco mil trabajadores, a razón de unos 15 como promedio en cada una de esas unidades.
Se prevé construir en el sector más entidades de ese tipo, las cuales son capaces de procesar diferentes materias primas durante todo el año, pero aún no satisfacen toda la demanda.
Ellas surgieron como una solución rápida y funcional para evitar que se pierdan materias primas, aprovechando al máximo los picos de cosechas, y garantizar que en los meses no habituales se pudiera contar con pulpas, puré y otras producciones de frutas y vegetales.
La creación de esas instalaciones comenzó hace unos siete años en el país, con el aporte de la iniciativa local de productores campesinos, quienes acudían a molinos y otros medios a su alcance en interés de aprovechar el máximo sus cosechas.
Actualmente existe una tecnología cubana o criolla para incrementar la capacidad de procesamiento de las minindustrias, con equipamiento fabricado en la empresa Inoxidable Varona.
Algunas de las minindustrias en el sector constituyen proyectos de cooperación con Italia, las cuales disponen de moderno equipamiento y tecnología, comentó González.
El directivo refirió entre las principales dificultades que provocan la subutilización de las capacidades de procesamiento de esas entidades en la agricultura, la insuficiente disponibilidad de todo tipo de hojalata y otros materiales para contar con la cantidad de envases necesarios.
Como solución alternativa se viene estimulando el empleo de botellas para las pulpas, el puré y los líquidos, y el uso del nylon para algunos sólidos, envases cuyo uso fue aprobado y certificado por el Instituto de Investigaciones de la Industria Alimentaria y el de Higiene de los Alimentos.
Las minindustrias representan un eslabón importante en los encadenamientos productivos necesarios de la agricultura con otros sectores económicos y sociales de esta nación, en la que la producción y el abastecimiento alimentario cuenta con la mayor prioridad.
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