Expertos locales y de Uruguay, Argentina y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) debatieron durante dos días en el hotel Meliá Habana sobre creación de redes de innovación, gestión y herramientas para una adecuada implementación de esos organismos, entre otros temas.
Rafael Luis Torralbas, presidente del Parque Científico y Tecnológico de La Habana, fue uno de los ponentes por la parte cubana que expuso las experiencias y principales resultados de esa estrategia.
Torralbas declaró a Prensa Latina que el parque fue creado el 4 de febrero de 2020 y cuenta hasta el momento con 28 proyectos en incubación, de ellos 18 pertenecientes a la Universidad de la Ciencias Informáticas (UCI) y el resto son del sector empresarial, estatal y emprendedores privados.
Destacó que han permitido generar servicios de valor añadido a clientes que superan los 100 y, pese a la reciente aprobación de las mypimes (micro, pequeñas y medianas empresas), de cinco de los proyectos incubados surgieron ocho empresas de base tecnológica, una validación del modelo de gestión de ese organismo.
Para el próximo año, encaminarán los esfuerzos a un ecosistema de innovación en el cual armonicen los aportes de la academia y los centros de investigación para establecer relaciones con las políticas públicas del Gobierno, la internacionalización del parque y el sector empresarial, este último ya incluye a emprendimientos privados, precisó.
Afirmó que los modelos aplicados en el parque se ajustan a los estándares internacionales y la innovación de los expertos cubanos está en cómo ajustarlos a nuestro modelo económico y social. Al momento de su creación contaban con un cliente extranjero y este año aumentaron en tres.
“Tú tienes que ser creíble primero en tu entorno nacional para después pensar que un cliente extranjero se va acercar a ti. Yo creo que eso también es un reto, ser creíble en nuestro entorno, ser útiles en nuestro país y que nos vean como una herramienta de crecimiento empresarial”, enfatizó.
Sobre el financiamiento de los proyectos, un aspecto difícil de lograr de acuerdo a testimonios de expertos de Uruguay y Argentina participantes en la capacitación, explicó que ocurre a medida que se brindan servicios.
“Cuando el proyecto tiene lo que denominamos un mínimo producto viable, significa que ese proyecto ya puede brindar determinado servicio al cliente. Establecimos un modelo en el cual el parque representa comercialmente ese esfuerzo y el dinero recaudado sirve para financiar el propio proyecto”, concluyó.
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