Esta decisión no se basa en reglas legales y justicia porque han privado al pueblo de Afganistán de su derecho legítimo, afirmó en un comunicado el representante permanente designado por el movimiento Talibán ante la ONU, Suhail Shaheen.
El diplomático añadió que «esperamos que este derecho se le entregue a Afganistán en un futuro cercano para mantener una interacción positiva con el mundo».
La víspera, el Comité de Credenciales, que aprueba la representación de cada estado miembro, aplazó su decisión sobre las solicitudes de los talibanes y la junta militar que gobierna Myanmar para reemplazar a los enviados de los gobiernos previos.
Este fallo significa que Afganistán y la junta de Myanmar no tendrán representación oficial por ahora en las Naciones Unidas.
Los talibanes llegaron al poder a mediados de agosto cuando Estados Unidos y las tropas aliadas se retiraron del país después de dos décadas de ocupación.
Algunos países impusieron estrictas sanciones económicas a los talibanes después de que tomaron el control del país y bloquearon el acceso del grupo a miles de millones de dólares en activos extranjeros afganos.
Esa acción punitiva ha agravado una crisis humanitaria que se deriva de años de guerra, pobreza y una sequía prolongada, y también obstaculiza los esfuerzos globales para enviar asistencia humanitaria.
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