Wang Wenbin, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, repudió también la injerencia en los asuntos internos de otras naciones y la imposición de medidas punitivas bajo el pretexto de la libertad, democracia y los derechos.
“Apoyamos con firmeza los esfuerzos del gobierno cubano y su pueblo para defender la soberanía nacional y la estabilidad social”, comentó el funcionario.
Abogó por priorizar el respeto mutuo, la justicia y ganancia compartida en los nexos entre los distintos países del mundo, urgió a Estados Unidos a levantar de una vez el bloqueo económico, financiero y comercial contra la isla y normalizar sus lazos con apego a los propósitos de la Carta de la Organización de Naciones Unidas.
En otras ocasiones, China denunció que dicha política es considerada la causa principal de las carencias y el obstáculo al desarrollo en Cuba, pero Washington la mantiene vigente y la recrudece pese al voto mayoritario y por 29 años consecutivos de la comunidad internacional a favor de su cese inmediato.
De acuerdo con el secretario norteamericano de Estado, Antony Blinken, las nuevas penalizaciones van dirigidas a quienes, en su opinión, socavan la capacidad del pueblo cubano para mejorar sus condiciones políticas, económicas y de seguridad, sin mencionar las consecuencias del bloqueo.
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