La Cancillería belarusa indicó que las nuevas sanciones informadas la víspera, “demuestran los niveles de cinismo y duplicidad a los que pueden llegar los democratizadores militantes en sus vanos esfuerzos por poner de rodillas a países y pueblos que no son de su agrado”, según el comunicado.
Advirtió que, como en otras ocasiones, las autoridades de Minsk responderán ante las medidas inamistosas antibelarusas de forma precisa.
Belarús consideró insostenibles los “pseudoargumentos” utilizados por estos países para justificar las medidas, como las acusaciones sobre su vinculación con el “debilitamiento de la paz y la seguridad en Europa” o con “la explotación de inmigrantes vulnerables”.
La Cancillería belarusa subrayó que Minsk no es el culpable del debilitamiento de la seguridad y de la crisis migratoria, sino que son los Estados occidentales los que destruyeron la paz y el modo de vida en los países que son fuente de emigración.
“El principal flujo de refugiados e inmigrantes a Europa no pasa por Belarús. Y nuestros socios occidentales lo saben muy bien, pero prefieren no escuchar ni oír ningún argumento”, advirtió el servicio diplomático de este país. Reiteró que la única manera de resolver la situación actual en las relaciones entre este país y Occidente es mediante un diálogo equitativo y una cooperación beneficiosa para las dos partes. “Estamos dispuestos a reanudar este diálogo y esta cooperación en todo momento”, concluyó.
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