Justo la Universidad de Ciencias Médicas, que lleva el nombre del eminente investigador camagüeyano, sirvió de escenario para enaltecer la labor de los profesionales de la salud tanto a nivel nacional como extra-fronteras con su Brigada Henry Reeve.
“Acá por siempre tenemos presente el alma de nuestro Comandante Fidel Castro, artífice del impulso de nuestro ejército de batas blancas que tantas vidas salva en el mundo entero”, comentó a Arturo Amores, director del Hospital Clínico Quirúrgico Amalia Simoni.
En esta institución, fundada por el líder de la Revolución cubana hace 62 años, se atendieron la mayor cantidad de casos de Covid-19, en una provincia que sobresale por su extensa infraestructura hospitalaria.
Que cuenta, además, con un Laboratorio de Biología Molecular, y una filial del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología.
A decir de Carlos Morán, director provincial de Salud Pública, “a pesar de las limitaciones impuestas por el bloqueo al país, nuestros baluartes continúan siendo la solidaridad y la entrega, fieles herederos de las enseñanzas de Finlay, y en especial continuadores de la obra de Fidel”.
Entre las instituciones que sobresalieron en el combate contra la pandemia también figuran el Hospital Manuel Ascunce, el Militar, y el Pediátrico Eduardo Agramonte, centros que reajustaron sus servicios de atención primaria en la tercera ciudad más poblada de Cuba.
En sus cuatro décadas de existencia, la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey graduó más de 25 mil profesionales de diversos perfiles de la salud, además de mil 950 estudiantes proveniente de 50 naciones.
Carlos J. Finlay, nacido un 3 de diciembre, descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla, fue una de las figuras más notables del apartado científico en la historia de la mayor de las Antillas.
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