Falta un año para las elecciones de 2022, pero todos los indicios apuntan a problemas para los demócratas; parece probable que el partido pierda su mayoría en la Cámara de Representantes, y posiblemente el Senado, señaló un análisis publicado en el periódico Arizona Daily Sun.
El informe precisó que eso es evitable pero, entre otras cosas, la tolda azul debe intensificar los esfuerzos emprendidos por el presidente Joe Biden y su equipo para promocionar en todo el país su agenda de gobierno.
Sería un esfuerzo determinante para convencer a los votantes de que los planes de la Casa Blanca lo beneficiarán más a corto y a largo plazo, algo que hasta ahora no consiguieron y que se refleja en la caída del índice de aprobación de Biden.
Valoró el diario de Arizona que tal vez el mayor desafío sea también el más sórdido: el gerrymandering, o sea, lo que en otras palabras es la manipulación del voto según la distribución de los distritos que llevan legisladores a la Cámara de Representantes.
La forma en que se trazan los distritos electorales prácticamente determina qué partido gana. El gerrymandering se refiere a un proceso en el que los partidos dibujan distritos que favorecen en gran medida a sus propios miembros, lo que provoca desequilibrios partidistas.
Como consecuencia de una manipulación de años, según el New York Times, los republicanos ahora controlan la redistribución de 187 escaños de la Cámara, mientras que los demócratas controlan solo 74.
Si añadimos las leyes de supresión de votantes que proliferan en los estados controlados por el Partido Republicano, el aumento de la inflación y la caída en picada de los números de las encuestas del jefe de la Casa Blanca, el panorama para los azules es sombrío, admiten expertos en el tema.
A esto se opone que la agenda de Biden, bien explicada a los votantes, puede llegar a ser inmensamente popular. De ahí la importancia de las giras del mandatario y su equipo de gobierno para transmitir el mensaje y buscar apoyos.
Biden acaba de firmar una reforma de las carreteras, los puentes y las infraestructuras de tránsito de Estados Unidos que llevaba mucho tiempo pendiente y que es muy popular entre los votantes.
Esa Ley conocida como Build Back Better Act (BBB), que se está tramitando a duras penas en el Congreso, incluye algunas disposiciones inmensamente populares, como la garantía de la baja médica y familiar remunerada, la reducción de los precios de los medicamentos con receta y la imposición justa de los más ricos.
Otros elementos del plan crearían puestos de trabajo en el sector de las energías renovables, garantizarían el acceso a las guarderías y extenderían los pagos mensuales directos a prácticamente todos los padres estadounidenses. Todas estas son ideas populares que beneficiarían a prácticamente todos de una forma u otra, estiman expertos.
Arizona Daily Sun estimó que la mayoría de los votantes no saben que los demócratas están tratando de hacer todo esto. La realidad muestra que solo el 10 por ciento de los electores dicen que el programa BBB les ayudaría. Apenas un tercio dijo que sabía algo sobre su contenido.
El reto de los azules es, en primer lugar, aprobar el BBB con el apoyo de los senadores conservadores de esa tolda, entre ellos Joe Manchin y Kyrsten Sinema.
Por lo pronto la BBB de Biden y los demócratas del Congreso está ahora en manos del Senado. La división partidista de este órgano legislativo, al 50 por ciento, dificultará sin duda la aprobación del proyecto.
La tolda azul debe convencer a los que se oponen de que debe ser aprobada y el precio de 2,4 billones de dólares de la legislación se puede compensar ampliando las recaudaciones del Servicio de Impuestos Internos.
Hay un buen reto, pues la ley de reforma fiscal de 2017 de los republicanos hizo exactamente lo que se prometió: bajó los impuestos para todos los grupos de ingresos, proporcionó los mayores beneficios para los hogares de entradas medias y estimuló el crecimiento económico que ayudó a reducir la pobreza, según analistas.
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