De acuerdo con el funcionario, hasta el momento siete millones de franceses reservaron turno para recibir la tercera dosis de un inmunógeno, en medio de una creciente preocupación por la quinta ola de contagios con la enfermedad viral y por las dificultades para sacar citas en plataformas como Doctolib, con frecuencia saturadas por la demanda.
En declaraciones a la cadena France Inter, Attal celebró que para finales de diciembre sumen 15 millones las personas con la posibilidad de reforzar la protección ante la Covid-19, responsable de casi 120 mil decesos en suelo galo desde marzo del 2020.
La pasada semana, el ministro de Salud Olivier Véran afirmó que 10 millones de ciudadanos ya habían recibido el sábado la tercera inyección, un reclamo del gobierno frente al rebrote de la pandemia causada por el coronavirus SARS-CoV-2, con una media de más de 40 mil nuevos casos diarios.
El pase sanitario será desactivado a partir del 15 de enero para quienes no tengan la dosis de refuerzo, lo cual implicará la imposibilidad de acceder a sitios públicos, eventos, cines, restaurantes, espacios culturales y otros, a menos que presenten resultados negativos de una prueba de detección, la cual es costosa.
La víspera, el primer ministro Jean Castex reconoció el complejo escenario epidemiológico imperante y subrayó la necesidad de potenciar la vacunación.
Más de 50 millones de franceses cuentan con un esquema completo de vacunación contra la Covid-19, el 75 por ciento de la población, pero cerca de seis millones han optado por no inmunizarse.
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