A través de su cuenta oficial en Twitter, el ministro de Relaciones Exteriores destacó que el evento es “un estéril e hipócrita intento de imponer recetas preestablecidas, que devela conducta antidemocrática y franco desprecio a voluntad legítima y soberana otros pueblos”.
Recientemente el jefe de la diplomacia enfatizó en que ese territorio norteño es incapaz de encarar en Naciones Unidas el desprestigio y aislamiento de su política exterior.
De igual forma, la viceministra de Relaciones Exteriores cubana Josefina Vidal calificó como otra gran farsa de Washington a la convocatoria para la cumbre.
También en Twitter, la representante gubernamental denunció que dicha potencia se autoproclama líder de ese foro a pesar de tener un “escandaloso récord antidemocrático”.
Según explicó, en la nación norteña “el dinero corrompe todo el sistema político, las agendas de grupos minoritarios se anteponen al interés nacional, se suprime el voto de una parte del electorado y el derecho a portar armas es más importante que el derecho a la vida”.
Vidal recordó cómo Estados Unidos invade y destruye a países y pueblos en nombre de la “libertad”, además de promover golpes de Estado y el derrocamiento de gobiernos legítimos.
Asimismo, la Casa Blanca intenta asfixiar económicamente y rendir a todo un pueblo mediante un bloqueo brutal e ilegal para volver a imponer su dominio sobre Cuba, escribió la diplomática.
“¡Basta de cinismo e hipocresía!”, remarcó la vicetitular.
De acuerdo con expertos, en el evento previsto a realizarse de manera virtual los días 9 y 10 de diciembre, Washington tratará de imponer normas de conducta para la exportación de herramientas de vigilancia a determinados países.
“Se trata de un grupo de gobiernos con ideas afines que se comprometerán a trabajar juntos para determinar cómo los controles de las exportaciones podrían vigilar mejor y, en su caso, restringir la proliferación de estas tecnologías”, precisó un alto funcionario al diario norteamericano The Wall Street Journal.
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