Según la edición virtual del diario The Guardian, esas personas solicitaron acogerse al programa de reubicación implementado por el gobierno británico para rescatar a sus colaboradores previo a la toma del poder por el grupo islamista Talibán, pero sus peticiones quedaron sin respuesta.
El periódico, que cita como fuente al director del British Council en Afganistán, asegura que esos antiguos empleados ahora temen por sus vidas, ya que fueron contratados por el Reino Unido para difundir valores como la diversidad, la inclusión y la igualdad, que son rechazados por el régimen que volvió a gobernar el país centroasiático en agosto pasado.
El reporte de The Guardian salió a la luz dos después de que un exfuncionario de la cancillería británica denunció que decenas de miles de colaboradores afganos quedaron a merced del Talibán debido a la caótica y disfuncional evacuación organizada por Londres.
De acuerdo con Raphael Marshall, quien estuvo destacado en Kabul durante la operación, menos del cinco por ciento de los afganos y familiares que solicitaron abandonar el país antes de que la milicia islamista tomara el poder recibieron ayuda de parte del gobierno británico.
Está claro que muchos de los que quedaron atrás fueron asesinados por el Talibán, aseveró el exdiplomático en un informe remitido al comité parlamentario de Relaciones Exteriores, cuyo presidente lo calificó de prueba irrefutable de que se cometieron errores garrafales durante la evacuación, y de que muchos afganos fueron abandonados a su suerte.
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