Si bien la cifra fue inferior a la registrada la víspera, 61 mil 340 infectados, la tasa de positividad de las pruebas de diagnóstico subió de un 6,5 a un 6.6 por ciento, lo cual sugiere la realización de menos test.
La elevada cantidad de contagios ratifica el deterioro de la situación epidemiológica por el impacto de la quinta ola de la pandemia en suelo galo, que el ministro de Salud Olivier Véran consideró pudiera llegar pronto a su pico, si las personas respetan los gestos barrera.
En los hospitales continuó el auge de la tensión, con 13 mil 363 pacientes ingresados, 319 más que los reportados ayer, de ellos dos mil 461 atendidos en cuidados intensivos, 35 más.
El lunes, los hospitalizados eran 12 mil 96 y las personas en reanimación por formas graves de la Covid-19 dos mil 191.
Según Véran, en los próximos días las 13 regiones de la Francia metropolitana pudieran estar bajo el llamado “plan blanco”, consistente en reprogramar las intervenciones quirúrgicas consideradas no prioritarias para incrementar la disponibilidad de personal y de camas en función del enfrentamiento a la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2.
Respecto a los decesos, la entidad Salud Pública Francia lamentó 130 en las últimas 24 horas, por lo que suman más de 120 mil las víctimas fatales atribuidas a la pandemia desde marzo del año pasado.
En cuanto a la vacunación, 51 millones 133 mil 749 personas tienen un esquema completo de protección, el 75,8 por ciento de la población, mientras casi 13 millones recibieron la tercera inyección o dosis de refuerzo.
El gobierno insiste en abogar por la tercera dosis, así como en su llamado a inmunizarse a los más de cinco millones de franceses que no han querido vacunarse contra la Covid-19.
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