En el contexto del Día Internacional de los Derechos Humanos, la entidad calificó las atenciones médicas de principales dentro de la temática, mientras consideró la existencia de mil millones de personas que dejaron su lugar para establecerse en otro, aproximadamente uno de cada siete de la población global.
Estos incluyen 281 millones universales y 82,4 millones de desplazados forzosos (48 millones internos, 26,4 millones de refugiados, 4,1 millones de solicitantes de asilo), subrayó la OMS, que cita estadísticas de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Hombres y mujeres en tal condición continúan como los más vulnerables de la sociedad y a menudo se enfrentan a la xenofobia, discriminación, malas condiciones de vida, vivienda y trabajo; entre otras, remarcó en un comunicado.
La pandemia de la Covid-19 planteó desafíos adicionales en términos de un mayor riesgo de infección y muerte de los refugiados y migrantes, además de poner de relieve las desigualdades en el acceso y la utilización de los servicios sanitarios, agregó el texto.
A criterio de la OMS, estos grupos también sufren el impacto económico negativo del encierro y las restricciones de viaje, por lo cual deben gozar de buena salud para protegerse a sí misma y a las poblaciones de acogida.
Tienen el derecho humano a la salud y los países la obligación de proporcionar servicios de atención médica sensibles a los refugiados y migrantes, remarcó la entidad en la nota.
La OMS estableció en 2020 el Programa de Salud y Migración para proporcionar liderazgo internacional en cuanto a servicios médicos a los migrantes.
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