“Quería estar en este hermoso país (…) para pedirle perdón a Cuba, a los profesionales de la salud de este país por los abusos y múltiples formas de agresión que padecieron (…) de parte de quienes interrumpieron la continuidad democrática”, dijo el mandatario
Arce, en esta capital a propósito de la XX Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), recordó esa etapa tan difícil de la historia reciente de su país, y censuró la actitud de aquellos que agredieron a los colaboradores de la isla caribeña.
Agradeció la labor de esos especialistas, y la contribución en otros sectores como el de la educación, que permitió a Bolivia ser reconocido como el tercer país de América Latina libre de analfabetismo.
En el contexto del golpe de Estado contra el gobierno de Evo Morales, cooperantes cubanos de la salud fueron detenidos por el gobierno de facto sin motivo aparente, y sometidos a maltratos físicos y psicológicos.
“Las autoridades actuantes desplegaron una feroz campaña de mentiras y tergiversaciones contra Cuba, en particular contra la cooperación médica cubana, que incitó públicamente a la violencia contra nuestro personal de la salud e incluyó allanamientos y registros brutales, ilegales e injustificados, acusaciones falsas y detenciones de colaboradores cubanos”, declaró entonces La Habana.
Detrás de esa actitud estaba una campaña del gobierno de Estado Unidos dirigida a desprestigiar el principio de solidaridad de la política exterior de Cuba, y a la cooperación médica como una de sus expresiones más genuinas, humanas y necesarias.
Esas y otras acciones que entorpecieron las relaciones bilaterales llevaron a la ruptura de los nexos diplomática Entre Cuba y Bolivia, restaurados casi un año después con el retorno de la democracia y la victoria en las urnas de Arce y el Movimiento al Socialismo.
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