En la misiva, respaldada por los jefes de 18 comités de la Cámara Baja, solicitan al mandatario establecer su propia estrategia respecto a la isla y abandonar la línea del expresidente Donald Trump (2017-2021), quien reforzó el bloqueo con 243 medidas adicionales aún vigentes.
Los legisladores resaltan que es necesario un cambio urgente debido a la escasez de alimentos, suministros médicos y productos de primera necesidad en la nación antillana en medio de la pandemia de Covid-19.
Los parlamentarios también piden que la administración levante todas las restricciones a las transacciones bancarias y financieras, así como a las remesas familiares y de otro tipo con el fin de contribuir a mejorar el nivel de vida de los cubanos.
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Si bien las regulaciones permiten el envío de ayuda humanitaria, en la práctica los requisitos de licencia, la verificación del uso final, las restricciones al sector bancario y el temor de infringir sin saberlo las leyes estadounidenses complican gravemente el envío de ayuda a la isla, afirma el texto.
Igualmente se refirieron a los obstáculos para que los estadounidenses viajen a la nación antillana, cuya flexibilización aumentaría el flujo de suministros humanitarios y la distribución de dinero y bienes enviados directamente a manos de los cubanos.
Los demócratas firmantes recordaron que Cuba fue eliminada de la lista de Estado Patrocinador del Terrorismo en 2015, sin embargo, la administración Trump no citó ningún hecho nuevo para justificar su decisión de reincorporar a la isla durante los últimos días de su mandato.
Por lo tanto, recomendaron al Departamento de Estado hacer una nueva revisión que permita sacar a La Habana de esa lista unilateral que dificulta tanto las relaciones bilaterales como la compra o recepción de bienes.
Además, los congresistas dejaron claro que más allá de eliminar sanciones apoyan un cambio más integral para avanzar hacia la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
Para eso llamaron a Biden a permitir la dotación de personal de las respectivas embajadas, que “no solo sería un gesto de buena fe”, sino que contribuiría a una migración segura y ordenada de los cubanos interesados en hacerlo, quienes ahora ponen en peligro sus vidas para llegar al país norteño.
De igual manera, instaron a reanudar la cooperación en áreas clave de interés mutuo, como migración, respuesta a desastres, medio ambiente, lucha contra el narcotráfico y el lavado de dinero, así como iniciar diálogos para enfrentar la Covid-19 y futuras pandemias también son esenciales.
Finalmente, los políticos subrayan que la protección de los derechos humanos en Cuba y los intereses estadounidenses se benefician con mejores relaciones en lugar de un aislamiento unilateral, que ha demostrado ser una “política fallida”.
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