El coordinador del proyecto Puentes de Amor, Carlos Lazo, el presidente de la Agencia para el Intercambio Cultural y Económico con Cuba, Michele Curto, y la coordinadora de las Asociaciones de Cubanos Residentes en Italia, Ada Galano, encabezaron la marcha de unos 30 kilómetros desde la localidad de Poggio Bustone.
En la primera parte del recorrido por la ruta de San Francisco, los caminantes llegaron hasta la ciudad de Rieti, con una escala restauradora en el lugar donde radica el santuario de Santa María de la Foresta, uno de los cuatro construidos por el santo conocido por su humildad, altruismo, prédica de la paz y amor a la naturaleza.
Los peregrinos prosiguieron desde allí por la senda franciscana hasta Rieti, donde hicieron un paréntesis en la caminata y se trasladaron en vehículos a Greccio para visitar otro santuario fundado por San Francisco.
Cuentan que el santo itinerante llegó en 1223 a ese sitio donde celebró una misa con los moradores en la víspera de Navidad, pero no en una iglesia consagrada como preveían las normas eclesiásticas de entonces, sino en un establo con la presencia de un buey y un burro vivos, para semejar el contexto de pobreza del nacimiento de Jesús.
Aquel gesto sin precedentes dio lugar al pesebre, símbolo con el cual la religión católica representa cada año el natalicio del hijo de Dios.
Concluida la visita al templo edificado sobre una roca en el Monte de los Sabinos, el grupo retornó al trayecto original para reiniciar la marcha a través de bosques, valles y montañas, de noche y con dos grados centígrados de temperatura.
La peregrinación cubrirá mañana el último tramo desde Poggio San Lorenzo hasta Poggio Moiano, a unos 60 kilómetros de Roma.
La iniciativa “Camino de Amor”, la cual se extenderá hasta el próximo día 23 con otras actividades en la capital italiana, es auspiciada también por la comunidad cristiana San Egidio, AsiCuba Umbría, la red Sano, Justo y Solidario y la Liga Misionera Estudiantil, entre otras organizaciones.
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