Los antiguos generadores cerrarán, pero el país no renunciará al uso de ese tipo de energía sino que invertirá 100 millones de euros en tecnología de última generación, según información difundida por el canal RTBF.
En el futuro próximo el gobierno pretende construir nuevas centrales eléctricas para cubrir necesidades pero a largo plazo se prevé una transición hacia las fuentes de energía renovables, sobre todo eólica.
En 2003, Bélgica rechazó el uso de la energía nuclear, responsable hoy de casi la mitad del consumo de electricidad en el país, pero varias fuerzas políticas y expertos llamaron a preservar al menos dos reactores más modernos para evitar problemas con el abastecimiento.
mem/ehl