«Descubrimos que sin una intervención inmediata, la pérdida de idiomas podría triplicarse en los próximos 40 años”, apuntó en un comunicado el autor principal del estudio, Lindell Bromham, al tiempo que instó a crear planes de estudio bilingües para fomentar el dominio de lenguas autóctonas a la par de otras dominantes en las regiones.
El sondeo publicado en la revista Nature Ecology and Evolution, señaló que entre los siete mil idiomas reconocidos en el mundo casi la cuarta parte podría dejar de hablarse debido a diversos factores, entre los cuales destacó la conexión cada vez más cercana entre las ciudades y las aldeas.
En ese sentido, el documento explicó que aparentemente las carreteras ayudan “a los idiomas dominantes a aplastar a los más pequeños”, mientras aquellos que están en contacto con otros dialectos locales “tienden a estar menos amenazados”.
Asimismo, el profesor Bromham apuntó el valor de cada lengua a su manera y su impacto en la pérdida de la diversidad cultural cuando “se pierde, o está ‘durmiendo’, como decimos en el caso de los idiomas que ya no se hablan”.
La investigación alertó, además, sobre la posibilidad de revertir esta realidad, pues muchos de los idiomas que se prevé su desaparición en este siglo todavía tienen hablantes fluidos, por lo cual es posible invertir en el apoyo a las comunidades para revitalizar los idiomas indígenas.
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