En el inmueble marcado con el número 5 de la calle Soledad, ubicada en el área de la urbe declarada Patrimonio de la Humanidad, llegó al mundo el hombre que se convertiría en uno de los principales jefes militares de la contienda de la Guerra Grande (1868-1878), librada contra el Ejército español.
Para la Premio Nacional de Historia, Elda Cento (1952-2019) “en el discurso historiográfico cubano no existe otra personalidad más paradigmática -en tanto conjunción de rasgos positivos-, que la del Bayardo camagüeyano”.
La luz de Agramonte va más allá de lo meramente político y militar para adentrase en un mundo de romance y amor con su compañera de lucha y vida, Amalia Simoni.
El Héroe Nacional de Cuba, José Martí, lo definió como un “diamante con alma de beso”, el mismo que se alzó en la más extensa región de Cuba, Camagüey, en el Ingenio Oriente el 11 de noviembre de 1868, para liderar con la más afamada caballería del Ejército Libertador.
“Lo definió la gran estrategia militar, con los principales preceptos de guerra moderna, de metodología con lo más avanzado de Europa, pues allá estudió. Además dotó de pensamiento jurídico a la Revolución”, según el especialista de la Casa de la Diversidad Cultural de la ciudad de Camagüey, Oreidis Pimentel.
Y fue precisamente Agramonte uno de los principales protagonistas de la Asamblea de Guáimaro que aprobó en abril de 1869 la primera Constitución de la República de Cuba en Armas.
Desde el inicio de la jornada por el Día de la Cultura Cubana, que se celebra en el mes de octubre, diversos cines del país exhiben la película El Mayor, del director Rigoberto López (1947-2019).
El filme relata la vida y obra de Agramonte, quien cayera en combate con 31 años en Jimaguayú, tras haber liderado más de 100 acciones militares entre las que destaca el rescate del General de Brigada Julio Sanguily, apresado por tropas españolas.
Instituciones como la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey realizan en esta fecha acciones como la presentación de la revista Senderos, dedicada al héroe.
Además, el pueblo camagüeyano le rindió tributo en el Parque Agramonte, ubicado justo en el punto fundacional de la otrora Villa del Puerto del Príncipe.
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