Utilizar a un menor como escudo es un acto de inhumanidad y debe ser investigado por la Oficina de Bienestar Juvenil, sostuvo Thorsten Grimm, dirigente gremial en el distrito de Baja Franconia, estado federado de Baviera (centro).
La prensa local, que citó fuentes policiales, reportó que un niño de cuatro años fue rociado con gas pimienta durante las violentas manifestaciones en la ciudad de Schweinfurt la víspera y requirió tratamiento médico.
Ante ese hecho Grimm cuestionó el accionar de la madre del pequeño que, según sus palabras, llegó al lugar con su hijo en un coche e intentó franquear las barreras policiales.
El líder sindical calificó de «sucesos peligrosos» las protestas protagonizadas por los detractores de la vacunación y los opositores a las restricciones.
En tanto la madre del menor responderá ante la justicia por infringir el reglamento de las manifestaciones y su accionar fue comunicado a la Oficina de Bienestar Juvenil, según trascendió.
Más tarde, el líder regional del DPolG, Jürgen Köhnlein, cuestionó a los padres por llevar a sus hijos a ese tipo de protestas ciudadanas.
Esto ocurre por puro interés y es algo ya calculado por los responsables, afirmó Köhnlein para quien esa acción “exige la intervención de la Oficina de Bienestar Juvenil”.
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