Parlamentarios de izquierda, como el senador y miembro del Partido Comunista Fabien Gay y el diputado por La Francia Insumisa Eric Coquerel, recordaron el cierre de camas en hospitales, tras el anuncio del primer ministro, Jean Castex, de algunas restricciones para hacer frente a la variante Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2.
No más café en el mostrador ni palomitas en el cine, uso de máscara al aire libre, pase de vacunación y la posibilidad de una cuarta dosis, pero ni una palabra sobre la reapertura de camas, las pruebas gratuitas y el levantamiento de patentes para acelerar la vacunación de la humanidad, advirtió Gay en Twitter.
En la propia red social, Coquerel mencionó el cierre de casi seis mil camas de hospitales en 2020 y cuestionó el accionar del gobierno para encarar la pandemia, responsable en suelo galo de más de nueve millones de contagios y cerca de 123 mil decesos desde marzo del año pasado.
Por su parte, la líder de la extrema derecha y candidata presidencial Marine Le Pen acusó al ejecutivo de “multiplicar las medidas punitivas sin sentido”.
Cómo aceptar acciones tan ridículas como la prohibición de bailar, beber de pie en un bar y comer en un tren; en lugar de restringir las libertades, tomemos decisiones adecuadas: llamar de regreso al personal de la salud suspendido, reabrir las camas cerradas en plena crisis y rehabilitar el hospital público saqueado durante años, consideró en Twitter.
Después de reuniones de emergencia del Consejo de Ministros y del Consejo de Defensa Sanitario, Castex y el ministro de Salud, Olivier Véran, informaron limitaciones en la cifra de personas permitidas en eventos públicos, dos mil en espacios cerrados y cinco mil al aire libre, entre las medidas para frenar la quinta ola de contagios por la Covid-19.
Asimismo, el gobierno prohibió el consumo de bebidas y alimentos de pie en bares y cafés, y consumirlos en cines, salas de espectáculo, teatros y el transporte público, además de insistir en el teletrabajo.
Castex y Véran reconocieron el complejo escenario epidemiológico imperante en Francia por la propagación de Ómicron, con más de 100 mil casos de Covid-19 reportados el sábado, la tercera jornada consecutiva con nuevos récords de contagios desde el comienzo de la pandemia, después de los más de 91 mil informados el jueves y los 94 mil el viernes.
El gobierno descartó decretar un toque de queda la víspera del año nuevo y retrasar el regreso a clases de los niños, señalado para el lunes próximo.
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