Complejos estudios basados en barcos fueron reemplazados por esta herramienta de medio kilogramo de peso conectada a los mamíferos pinnípedos marinos, precisaron los autores, quienes realizaron su análisis entre marzo y septiembre de 2017.
La tecnología desarrollada en los últimos años que registra conductividad, temperatura y profundidad (CTD) es fundamental para determinar las características del agua del océano a través de toda la columna y permite estimar su origen, ampliaron en el texto divulgado.
Luego de comparar los datos transmitidos de las focas instrumentadas, comprobamos que aparecía agua cálida y de baja salinidad en el subsuelo durante el otoño, y la profundidad de esta se incrementaba con el avance de la temporada, explicaron.
Al sumarles otros modelos, demostramos que el viento del este estacionario mayormente durante el otoño provoca un flujo de aguas cálidas de la superficie fuera de la plataforma, así como presas posiblemente adicionales hacia la parte continental, agregaron.
De hecho, subrayaron, la información de buceo de las focas registrada simultáneamente indicó que el agua cálida y de baja salinidad tuvo efectos positivos en el comportamiento de búsqueda de alimentos.
El proceso físico impulsado por el viento puede mejorar la disponibilidad de presas en el ecosistema marino costero antártico, resaltaron los investigadores en sus conclusiones generales.
Pesquisas anteriores utilizaron instrumentos atados a elefantes marinos del sur y focas para mostrar procesos físicos del área, explicó Nobuo Kokubun, profesor asistente del Instituto Nacional de Investigación Polar de Japón y autor principal del artículo.
La Antártida destaca como una de las regiones biológicamente más productivas de los océanos del mundo debido a la gran cantidad de nutrientes generados por las interacciones entre el mar, el hielo marino y la plataforma de hielo.
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