Afirmamos que las manifestaciones llegaron a niveles extremos en algunas regiones, dijo Alter en una comparecencia ante la prensa en esta capital.
Según sus palabras, las fuerzas de seguridad dan seguimiento a esta situación que afecta desde principios de mes al país.
Hasta ahora se reportaron aquí cinco periodistas agredidos, tres de los cuales sufrieron traumas leves, según el periódico Tagesspiegel.
Entre los atacantes figuraron miembros de un grupo neonazi de Brandenburgo, de acuerdo con la publicación.
Otra arista de la situación es la presencia de niños en las marchas, hecho denunciado y condenado días atrás por el Sindicato Alemán de Policía.
Utilizar a un menor como escudo es un acto de inhumanidad y debe ser investigado por la Oficina de Bienestar Juvenil, sostuvo Thorsten Grimm, dirigente gremial en el distrito de Baja Franconia, estado federado de Baviera (centro).
La prensa local, que citó fuentes policiales, reportó que un menor de cuatro años fue rociado con gas pimienta durante las violentas manifestaciones de días atrás en la ciudad de Schweinfurt y requirió tratamiento médico.
Ante ese hecho, Grimm cuestionó el accionar de la madre del pequeño que, según sus palabras, llegó al lugar con su hijo en un coche e intentó franquear las barreras policiales.
El líder sindical calificó de «sucesos peligrosos» las protestas protagonizadas por los detractores de la vacunación y los opositores a las restricciones.
En tanto la madre del menor responderá ante la justicia por infringir el reglamento de las manifestaciones y su accionar fue comunicado a la Oficina de Bienestar Juvenil, según trascendió.
En ese adverso escenario el canciller federal Olaf Scholz anunció una reunión por videoconferencia para el 7 de enero con las autoridades regionales en la que serán analizadas posibles medidas adicionales, según informó el portavoz adjunto gubernamental Wolfgang Büchner.
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