Existe un vínculo entre ambas tanto en términos de mayor susceptibilidad a la infección por el coronavirus SARS-CoV-2 como de mortalidad por el mismo, señalaron los autores, quienes intercambiaron información entre la universidad de Helsinki y el hospital universitario de esa ciudad capital de Finlandia.
El riesgo de desarrollar una forma de Covid-19 necesitada de cuidados intensivos se duplicó «con creces» en los portadores del alelo APOE4, afirmó el equipo, que halló en estos más hemorragias microscópicas en el cerebro, en comparación con los demás.
La intensivista Johanna Hästbacka, jefa médica, apuntó ciertos síntomas a largo plazo, entre ellos, la fatiga mental, la cual calificó de dificultad para dirigir la atención y concentrarse.
El grupo investigó, por otra parte, los cambios cerebrales microscópicos en cadáveres de personas que padecieron la Covid-19, además de la relación entre APOE4 y las señales de fatiga mental experimentadas seis meses después del inicio del padecimiento.
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