La acción policial incluye otras 44 sospechosos aún en paradero desconocido, pero relacionadas con Gulen, autoexiliado en Estados Unidos y responsable de la intentona golpista de julio de 2016, según el gobierno de Ankara.
Tras ese frustrado golpe de Estado resultaron detenidas más de 80 mil personas y cerca de 150 mil empleados públicos fueron despedidos, mientras Gulen niega vínculos con esos hechos, de acuerdo con las autoridades turcas.
Los fallecidos asciendieron a 250 y el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan comenzó una investigación que condujo a la destitución de gran cantidad de empleados públicos y el envío a prisión de miles de involucrados.
En ese contexto la justicia de Estados Unidos se niega a extraditar a Gulen mientras decenas de sus seguidores fueron capturados en terceros países y devueltos a esta nación euroasiática para ser juzgados.
mem/ehl