Todas estas enriquecen nuestra comprensión de la biodiversidad y fortalecen la capacidad para tomar decisiones de conservación informadas, explicó la institución, una de las más prestigiosas de la nación norteamericana.
Las especies incluyen 14 escarabajos, 12 babosas de mar, nueve hormigas, siete peces, seis escorpiones, cinco estrellas de mar, cinco plantas con flores, cuatro tiburones, tres arañas, dos plumas de mar, un musgo, un caballito de pipa pigmeo y una cecilia.
Con sus hallazgos, más de una docena de científicos de la Academia, junto con una veintena de colaboradores internacionales demostraron que este vasto y dinámico planeta todavía contiene lugares inexplorados con plantas y animales nunca antes registrados.
Los estudiosos obtuvieron resultados en cinco continentes y tres océanos, donde examinaron los suelos de bosques, entre ellos las tierras bajas de Madagascar, desiertos y bucearon como hasta los arrecifes de coral de la isla de Pascua, incluidas profundidades extremas.
“La biodiversidad es fundamental para la salud de nuestro planeta y se está perdiendo a un ritmo en el cual las prácticas de sostenibilidad ya no son suficientes”, advirtió la viróloga de la Academia y jefa de Ciencias, Shannon Bennett.
Como administradores de nuestro mundo natural, debemos desempeñar un papel activo en la regeneración de los ecosistemas, sugirió.
La relación con la naturaleza mejora con cada nueva especie, profundiza la comprensión de cómo funciona la Tierra y cómo puede responder mejor a un futuro incierto, agregó la doctora.
Mientras continuamos luchando contra un clima cambiante y una pandemia global, nunca ha habido un momento más crucial para proteger la variedad de la vida, consideró la investigadora.
Científicos británicos lograron diseñar el pasado año el “árbol de la vida interactivo” o Google Earth de la biología, que mapea las conexiones existentes entre 2,2 millones de especies conocidas hasta esa fecha en la naturaleza.
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